13 lugares embrujados de Escocia que te pondrán la piel de gallina

Con sus encantadores torreones, torres y ornamentadas salas, el castillo de Crathes, cerca de Banchory, realmente parece un lugar frecuentado por los espíritus. La familia Burnett inició la construcción del castillo en el siglo XVI, cuya inquietante casa-torreón aún se mantiene en pie. Se dice que está embrujada por el espíritu inquieto de la Dama Verde, una fantasmagórica aparición vestida con una túnica verde. Cuenta la leyenda que se trataba de una sirvienta o pupila del terrateniente y señor del castillo, la cual desapareció poco después de dar a luz a su hijo. En el siglo XIX, se encontraron los restos de un esqueleto tras la chimenea de una sala en la que se había visto su aparición.

La brutal Masacre de Glencoe, que tuvo lugar el 13 de febrero de 1692, representa uno de los incidentes más sangrientos de la historia escocesa. Se cuenta que las tropas del clan Campbell, haciéndose pasar por unos afables visitantes, atacaron a sus anfitriones, el clan Macdonald, mientras yacían dormidos en sus camas, y asesinaron a 38 hombres, mujeres y niños. Otros miembros del clan Macdonald, según cuenta la tradición, lograron escapar a las montañas de los alrededores, pero murieron a merced de los elementos en el inclemente y helado paisaje montañoso. Hoy en día, muchos son los que afirman haber presenciado visiones de la masacre o haber oído gritos en el valle, especialmente en fechas cercanas a su aniversario.

Fue en este desolado páramo, cerca de Inverness, donde en 1746 tuvo lugar la sangrienta batalla de Culloden. En apenas 40 minutos, miles de miembros de los clanes fueron diezmados y el ejército de Bonnie Prince Charlie fue derrotado, poniendo así punto final a la rebelión jacobita. Gritos, golpes de espadas y disparos de armas de fuego se oyen en el campo de batalla y se dice que un lugareño de las Highlands de aspecto melancólico vaga por el paisaje y murmura la palabra «derrotados» cuando se le encuentra.

Encumbrado en una colina sobre la capital de Escocia, el mundialmente famoso Castillo de Edimburgo es, según se cree, uno de los lugares más embrujados de Escocia y, a lo largo de los años, su nombre ha estado asociado a numerosos relatos de actividad paranormal. Se cuenta que espíritus de antiguos prisioneros merodean en las mazmorras y también se ha sentido la presencia de un tamborilero sin cabeza, que fue visto por primera vez poco antes de que Oliver Cromwell atacase el castillo en 1650. Aunque muchos han escuchado el sonido de su tambor procedente de las almenas, él ha aparecido solo en raras ocasiones, pero cuando lo hace, se dice que predice peligro para el castillo.

Construida en los terrenos de un yacimiento neolítico en Skara Brae, en las Orcadas, Skaill House yace sobre tierras que han estado habitadas durante más de 5.000 años. Se cree que podría estar construida sobre un antiguo cementerio picto, y quizás sea la razón por la que se hayan visto tantas figuras fantasmagóricas en sus salas vacías y se han presenciado extrañas apariciones, como repentinas bocanadas de humo de cigarrillo. Hay un espíritu en concreto que despierta la mayor curiosidad entre los visitantes de Skaill.

Uno de los castillos más fotografiados de Europa, si no del mundo, el Castillo de Eilean Donan, cerca de Kyle of Lochalsh, está, según dicen, habitado por el espíritu de un soldado español que perdió la vida en el asedio de 1719, durante la primera rebelión jacobita. El fantasma de «Lady Mary» también ha aparecido en una de las habitaciones del castillo.

Se rumorea que la Catedral de St. Andrews está habitada por dos fantasmas: un simpático monje que ocasionalmente ha sido visto en las escaleras de la Torre de St Rule, y la bella Dama Blanca. Durante los últimos 200 años, la gente ha relatado haber visto a una dama con guantes blancos que se deslizaba por los terrenos para luego desaparecer en la torre de la catedral. Según la leyenda, unos albañiles que estaban realizando reparaciones en la torre embrujada de este pueblo de Fife, rompieron la pared de una cámara sellada y encontraron varios ataúdes. Uno de ellos estaba abierto, y en él yacía el cuerpo bien preservado de una joven cuyas manos estaban enfundadas en  guantes blancos.

El Castillo de Dunnottar, cerca de Stonehaven, ha sido escenario de un gran número de episodios  dramáticos de la historia escocesa, y alberga varios fantasmas. Se ha visto la figura de una muchacha llevando un vestido de cuadros en la cervecería y también la de un joven de apariencia escandinava dirigiéndose hacia la sala de guardia.

Se dice que el espíritu de una joven habita en la habitación de la costurera, en las plantas superiores del Castillo de Dunrobin, cerca de Golspie. Según la leyenda, en el siglo XV, el conde de Sutherland hizo prisionera a una bella joven de un clan rival con el propósito de hacerla su esposa. La joven intentó escapar bajando los muros del castillo con la ayuda de una cuerda hecha de sábanas atadas, pero falleció al caer. Incluso hoy en día aún se puede escuchar el sonido de sus sollozos provenientes de la sala.

En uno de los castillos más importantes de la historia escocesa, el Castillo de Stirling, se cree que está encantado supuestamente por el fantasma de las Highlands, que lleva las vestimentas tradicionales, «kilt» incluido. A menudo se le confunde con un guía del castillo, y se han contado historias de visitantes que se han acercado a él sólo para que se dé la vuelta y desaparezca repentinamente ante sus  ojos.

Encaramando en la pared de un acantilado en la costa de Ayrshire, el Castillo de Culzean, tiene un aspecto tan embrujado por fuera como lo es por dentro. Se dice que varios fantasmas vagan por el castillo, entre ellos el de una joven en traje de baile, así como una neblina gris fantasmal que se eleva por la grandiosa escalera elipsoidal. También se cuenta que el espíritu de un gaitero toca su instrumento en los terrenos del castillo, especialmente cuando un miembro de la familia Kennedy está a punto de contraer matrimonio, y también se le ha oído tocar en noches de tormenta, en las que las  notas se mezclan con el sonido del viento y de las olas del océano que rompen en el acantilado.

El bello Castillo de Inveraray, en las orillas de Loch Fyne, está aparentemente habitado por varios fantasmas. Se dice que un joven arpista irlandés, que murió a manos de los hombres del duque de Montrose en 1644, se aparece en la Sala MacArthur, mientras que la «dama gris» del castillo sólo ha sido vista por las hijas de los duques de Argyll. Otra escalofriante aparición es la fantasmal «galera de Lorne», que puede verse flotando y alejándose en el horizonte cuando un duque muere.

El desastre del puente de Tay constituye una de las más terribles e inolvidables catástrofes de la historia de la ingeniería escocesa. El 28 de diciembre de 1879, tan sólo dos años después de ser inaugurado en Dundee, el puente, debilitado en su sección central por una terrible tormenta, se derrumbó en el momento en que pasaba sobre él un tren, muriendo todos los pasajeros. Se dice que, en el aniversario del desastre, puede verse cómo un tren fantasmal cruza el río Tay por la parte donde el fatídico puente se habría alzado en el pasado, y luego desaparece en el punto en el que se hundió. Los restos de los viejos pilares aún pueden verse junto al actual puente de Tay.