9 grandes castillos escoceses

Localizado en los serenos terrenos de Aberdeenshire, la reina Victoria describió con cariño a Balmoral como su "querido paraíso en las Tierras Altas" y sigue siendo un hogar privado de la Familia Real. Cuando no están en la residencia, los visitantes pueden disfrutar de exhibiciones en Castle Ballroom, la sala más grande del castillo, y pasear por los encantadores jardines y terrenos.

Situado en la cima de un escarpado volcán extinto en lo alto de la capital de Escocia, el Castillo de Edimburgo es, sin duda, el castillo más famoso e importante de Escocia. Este extenso complejo alberga las Joyas de la Corona, la Piedra del Destino y Mons Meg. Famosos escoceses a lo largo de la historia han dejado su huella en el castillo, como la Reina María Estuardo o Sir Walter Scott. ¡Llega a tiempo para el disparo de la One O 'Clock Gun!

No hay palabras para describir el efecto dramático que presenta esta formidable fortaleza. En lo alto de un inmenso afloramiento rocoso con vistas a la costa noreste, Dunnottar ha sido testigo de muchos momentos cruciales en la historia de Escocia. La vista de su silueta contra el sol poniente es realmente fascinante.

Meticulosamente restaurado a su gloria renacentista original, el Castillo de Stirling fue la residencia favorita de los reyes y reinas de la dinastía Estuardo. Destacan el Gran Salón, la Capilla Real y el Estudio de Tapices, lugares donde podrás adentrarte en un mundo lleno de historias, tramas e intrigas. Trae a los niños para que conozcan a cortesanos, guardaespaldas y sirvientes disfrazados.

Eilean Donan es sin duda uno de los castillos más fotografiados del mundo, gozando de una historia que data del año 643 d.C. Este castillo presenta un perfecto escenario de postal sobre una isla a la entrada del Lago Duich, rodeado por las montañas boscosas de Kintail y con vistas a la isla de Skye. Empapado de tradiciones e historia jacobitas, entre los más fascinantes artefactos que se exhiben se encuentra una espada que, según se dice, fue empuñada en Culloden. Más recientemente, quizás lo reconozcas como escenario de películas como Highlander, El mundo no es suficiente y Rob Roy.

Las paredes de arenisca roja de Glamis han sido el hogar de muchos personajes coloridos a lo largo de los siglos, entre ellos la difunta Reina Madre. Este castillo fue en su día fue la residencia familiar de los condes de Strathmore y Kinghorne, y se hizo famoso en la obra de Shakespeare Macbeth. Coronado con almenas y torres puntiagudas, Glamis es el epítome de la grandeza señorial y está a un corto trayecto desde Dundee.

El Castillo de Inveraray es sin duda una de las casas señoriales más impresionantes de Escocia y la sede ancestral de los duques de Argyll, jefes del clan Campbell desde principios del siglo XV. Con una intrincada fachada y suntuosos interiores, el castillo presenta la más absoluta elegancia neoclásica del siglo XVIII. Admira los valiosísimos tapices de Beauvais de la Drawing Room, así como las excepcionales vistas del Lago Fyne.

El hogar ficticio del Thane de Cawdor en Macbeth de Shakespeare, el castillo de Cawdor se encuentra entre los castillos más encantadores de Escocia. Célebre por su edificación de cuento de hadas, su historia dramática y sus románticos jardines, partes de los cuales tienen más de 300 años, una visita aquí es como entrar en una época pasada. Según la leyenda local, si se visitan las mazmorras del castillo aún se puede ver un espino o acebo alrededor del cual se construyó el castillo, que data de 1372.

El encalado Castillo de Blair se alza orgulloso contra un telón de fondo de colinas boscosas que se elevan sobre el río Garry. Además de ser la antigua sede de los duques y condes de Atholl, también es el hogar del último ejército privado que queda en Europa, los Atholl Highlanders. Explora sus opulentas habitaciones y su extensa propiedad situada en los serenos alrededores del corazón de las Highlands.