Un desayuno típico escocés comprende partes muy importantes de nuestra cultura y conmemora la gran variedad de deliciosos ingredientes con los que contamos. Desde el porridge escocés (o gachas de avena), que se remonta 5.500 años atrás a los colonos de la Edad de Piedra en las Hébridas Exteriores, hasta el panecillo o bollo relleno de Glasgow que los escoceses se toman por la mañana de camino al trabajo. Lo más seguro es que el plato más popular de la cocina escocesa sea el típico desayuno escocés (también conocido como el desayuno completo).
El típico desayuno escocés es un testimonio de cómo años de historia y tradición nos recuerda que compartir una comida, en última instancia, refuerza los lazos que estamos construyendo, no sólo con nuestros seres queridos, sino también con nuestros predecesores.
Los orígenes del desayuno escocés se remontan a mediados del siglo XIX. Durante esta época, los victorianos consideraban el desayuno la comida más importante, además de demostrar de este modo su riqueza y hospitalidad. El clima también puede haber influido en la elección de los ingredientes, ya que aportan los nutrientes necesarios para soportar las condiciones climáticas más frías. Es por ello la manera ideal de empezar el día.
Independientemente de dónde comas en Escocia, una cafetería local, un restaurante con estrella Michelin o en uno de nuestros galardonados balnearios, no cabe duda de que tendrás la opción de disfrutar de un desayuno típico escocés en el menú. ¿En qué consiste el desayuno tradicional escocés? Los ingredientes que lo componen suelen ser panceta o beicon, salchichas, la conocida salchicha cuadrada o de Lorne, morcilla, haggis, alubias estofadas en salsa de tomate, setas y tomates fritos, tostadas, scones de patata y huevos fritos, ¡todo un festín!
A pesar de ser estos los ingredientes del típico desayuno escocés también existen una gran variedad de opciones para vegetarianos y veganos.
Descubre más sobre el desayuno vegetariano escocés o el vegano